Los científicos descubren seres pluricelulares que habitan a más
de tres kilómetros de profundidad. Viven casi sin oxígeno y a temperaturas
superiores a los 40º.
La capacidad de la vida para conquistar territorios
insospechados asombra a los científicos desde que en los años ochenta empezaron
a descubrirse microorganismos capaces de soportar condiciones ambientales
extremas -temperaturas de más de 100º y bajo cero, medios muy ácidos,
etcétera-. Y desde hace años se sabe que hay bacterias y otros seres unicelulares
a más de tres kilómetros bajo la superficie. De hecho se estima que la biomasa
subterránea de los microorganismos es equiparable a la de la vida multicelular
sobre la superficie. Pero una cosa son las bacterias y otra muy distinta los
más complejos, y más "delicados" en cuanto a tolerancia a condiciones
extremas, seres pluricelulares. O eso creían los científicos.
Mephisto y los demás nematodos intraterrestres viven casi sin
oxígeno, a unos 40º de temperatura. Utilizan agua que lleva aislada de la
superficie entre 3.000 y 12.000 años, según indican los análisis de Carbono 14,
y se alimentan de bacterias también subterráneas. Su reproducción es asexual,
por partenogénesis.
Los editores
de Nature creen que "este estudio añade
una nueva perspectiva a la riqueza y diversidad de la vida subterránea".
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