28 noviembre 2008

La espina dolorosa



La espina de una rosa

es tan dolorosa

y, a la vez, tan ardiente,

que cada vez que tus labios

y los míos se rozan,

me arde la sangre

y mi cabeza sólo está en ti.

Y no puedo dormir ni comer

si tú no estás en mí,

en mis brazos.

Cuando tú estás en mí,

estoy alegre, estoy relajada.


Mª Ángeles Riaco. 4º T


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