Un gran número de plantas son utilizadas para la fabricación de cosméticos: abedul, abeto balsámico, abrótano, acacia, aceites de Breen y prado, etc.
Industria
La industria cosmética la dominan un pequeño número de multinacionales. La más antigua es L’Oréal.
Como contaminantes
Los cosméticos suelen ser fuente de múltiples alteraciones y graves enfermedades. Se ha alertado sobre los contaminantes orgánicos persistentes, muy poco conocidos y presentes en cosméticos y otros productos de uso cotidiano. Muchas sustancias químicas se fabrican y comercializan sin tener información sobre los posibles efectos en la salud humana.
En los últimos años se han incrementado las malformaciones y los partos prematuros, así como las enfermedades como cáncer, asma… El riesgo de padecer estos desórdenes se incrementa por la exposición a sustancias químicas presentes en los cosméticos, perfumes, esmaltes de uñas, champús, etc.
Son bioacumulables, lo que significa que se acumulan en el cuerpo de los organismos, en los tejidos adiposos o en otros órganos, como el hígado o los riñones.
Las sustancias peligrosas, incluso las integradas en productos que las contienen, pueden liberarse a lo largo del tiempo como consecuencia del uso. También pueden ser liberadas al medio ambiente durante su producción y cuando se convierten en residuos. Este tipo de sustancias se encuentran sistemáticamente en los humanos (leche materna y sangre del cordón umbilical), lo que demuestra su descontrolada, amplia e indeseable dispersión.
Una sola exposición a ellas probablemente no es perjudicial, pero si esa exposición es diaria, los efectos se acumulan. Algunas de las sustancias peligrosas presentes en los cosméticos son: el triclosan, utilizado para jabones, dentífricos y desodorantes; brea, utilizado para los champús para la caspa; formaldehído, que presenta una larga lista de efectos como irritación de las vías respiratorias y cáncer; plomo y mercurio; nanopartículas, que pueden penetrar a través de la piel y afectar a las células cerebrales…
Continuará
Mamen Villarejo. 2º Bachillerato
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