Rosa Luxemburg
Desde muy joven fue activista del movimiento socialista. Se
unió a un partido revolucionario llamado Proletariat, fundado en 1882,
alrededor de 21 años antes de que se fundara el Partido Social Demócrata Ruso
(bolcheviques y mencheviques).
Proletariat estuvo desde sus comienzos, tanto en principios
como en programa, señaladamente adelantado con respecto al movimiento
revolucionario en Rusia.
No obstante, en 1886, Proletariat fue prácticamente
decapitado por la ejecución de cuatro de sus líderes, el encarcelamiento de
otros veintitrés bajo largas condenas a trabajos forzados y el destierro de
otros doscientos. Sólo se salvaron del naufragio pequeños círculos, y a uno de
ellos se unió Rosa Luxemburg a los 16 años. Fue a Zurich, en Suiza, que era el
centro más importante de emigración polaca y rusa. Ingresó en la universidad,
donde estudió ciencias naturales, matemáticas y economía. Tomó parte activa en
el movimiento obrero local y en la intensa vida intelectual de los
revolucionarios emigrados.
Rosa ya era reconocida como líder teórico del partido
socialista revolucionario de Polonia. Llegó a ser colaboradora principal del
diario del partido, Sprawa Rabotnicza, publicado en París. En 1894, el
nombre del partido, Proletariat, cambió por el de Partido Social Demócrata del
Reino de Polonia; muy poco después, Lituania se añadió al título. Rosa siguió
siendo líder teórico del partido -el SDKPL- hasta el fin de su vida.
Allí, siendo una joven de 22 años, tuvo que lidiar con
veteranos muy conocidos de otro partido polaco, el Partido Socialista Polaco
(PPS), cuyo principio más importante era la independencia de Polonia, y que
demandaba el reconocimiento de todos los miembros de mayor experiencia del
socialismo internacional.
Rosa entregó cuerpo y alma al movimiento obrero en
Alemania. Era colaboradora regular de numerosos diarios socialistas -y en
algunos casos directora-, dirigió muchos mítines populares y tomó parte
enérgicamente en todas las tareas que el movimiento le requería.
Entre 1903-1904, Rosa se entregó a una polémica con Lenin,
con quien disentía en la cuestión nacional, y en la concepción de la estructura
del partido y la relación entre el partido y la actividad de las masas. En
1904, después de "insultar al Káiser", fue sentenciada a nueve meses
de prisión, de los cuales cumplió solo uno.En 1905, con el estallido de la
primera revolución rusa, escribió una serie de artículos y panfletos para el
partido polaco, en los que exponía la idea de la revolución permanente.
El 8 de noviembre de 1918, la revolución alemana liberó a Rosa de la prisión. Con todo su energía y entusiasmo se sumergió en la lucha revolucionaria. Miles de trabajadores fueron asesinados; el 15 de enero de 1919 mataron a Karl Liebknecht; el mismo día, el culatazo de rifle de un soldado destrozó el cráneo de Rosa Luxemburg.
El movimiento internacional de los trabajadores perdió, con su muerte, uno de sus más nobles espíritus. "El más admirable cerebro entre los sucesores científicos de Marx y Engels", como dijo Mehring, había dejado de existir. En su vida, como en su muerte, dio todo por la liberación de la humanidad
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