22 marzo 2011

Cristina del Valle / 2





Cristina del Valle nació en Asturias, aunque ella misma se considera ciudadana del mundo, cosmopolita. Su profesión es la de cantante, pero su humanidad no acaba, ni mucho menos, en su profesión. Su convencimiento de que el gran valor de la vida es la igualdad y de que no es posible crear un mundo justo sin que estén reconocidos los derechos de las mujeres le ha hecho fundar y presidir la Plataforma de Mujeres Artistas contra la Violencia de Género, con la que ha recorrido y recorre todos los lugares en los que las mujeres no son tratadas como seres humanos y con la que lucha por hacer real y efectiva la igualdad entre todos y todas. Es también Embajadora de la ONU para los objetivos del milenio.

Como cantante creó el grupo pop Amistades peligrosas, pero en la actualidad actúa en solitario. Su último disco se titula Tiempos rotos, en donde alterna la música pop con otras de raíces árabes y étnicas.

Como escritora colabora asiduamente en la revista Cambio 16. No hace mucho y en relación con la reciente festividad del Día del padre publicó un interesante artículo que incluimos hoy en el blog. Si educarse es aprender para prepararse para el futuro, sin duda que el artículo de Cristina del Valle te puede resultar de un gran interés.


HOMBRES DE VERDAD
En estos días se celebrará el día del padre y no es que yo esté muy por la labor de este tipo de celebraciones pero si voy a aprovechar la ocasión para hacer una reflexión sobre otra manera de ser padre y por lo tanto otra manera de ejercer la paternidad. Frente a los datos que nos hablan de que el 80% de los padres que tras una sentencia de separación o un divorcio tienen la obligación de pagar pensiones a sus hij@s y no lo hacen, frente a aquellos padres ausentes que no coeducan, ni participan en la vida de sus hij@s ni en la ética del cuidado, frente a aquellos padres que no dialogan, que se imponen y ejercen la autoridad a través del miedo, existe un nuevo modelo de hombres responsables, amorosos, sensibles, que no están dispuestos a seguir perdiéndose el cuidado de sus hijos. Hombres que consideran que la gran aventura de ser hombre consiste en repensar la conducta masculina desde la paternidad.


El escritor Manuel Serrano afirma que "los hombres al estar siempre ejerciendo constantemente la dominación en cualquiera de sus formas y en diversos ámbitos ejercen la paternidad desde la distancia emocional y no desde la implicación afectiva y sentimental", algo que comparto plenamente. Muchos hombres viven al lado, sobre o en contra de sus hij@s y muy pocos con sus hij@s. Los hombres no pueden seguir ajenos al llanto de sus hijos e hijas, no pueden seguir ajenos a su olor primero, a la ternura de sus cuerpos menudos. Esos otros hombres de verdad e igualitarios se niegan a que la crianza de sus hijos e hijas recaiga sobre las mujeres y la comparten haciendo uso de uno de los instrumentos de la ley de igualdad que es el permiso de paternidad y coeducando junto a su pareja. Los hombres igualitarios llevan desde hace tiempo trabajando a través de diferentes organizaciones en todo el estado español contra la violencia de género y por la igualdad. En sus reflexiones expresan que apenas han iniciado el trabajo de desnudarse emocionalmente, de ser capaces de afirmarse y reconocerse desde la vulnerabiliad, la debilidad y la interdependencia. Ellos trabajan por deconstruir un modelo patriarcal que los hace infelices, que los pone en riesgo constante y que les obliga al ejercicio permanente del poder para medir su masculinidad.

Estos hombres nuevos creen que ha llegado el momento de desembarazarse de toda la estructura de la masculinidad tradicional y negarse a mantener los símbolos que sustentan el poder y la dominación masculina. Esos son los compañeros que queremos las mujeres. Decía la feminista y ecologista Petra Kelly: "Hago un llamamiento a todas las mujeres para que amen sólo a aquellos hombres que están dispuestos a manifestarse claramente en contra de la violencia en cualquiera de sus formas".

A los demás hombres les pido que sean ustedes hombres sentimentales, tiernos, dulces, humanos,  empáticos , trabajen e incorporen la ética del cuidado y serán verdaderos padres. Cuando el hombre mire el mundo como padre no necesitará dominarlo ni violentarlo, sino tan sólo compartirlo, dialogarlo y transmitirlo.

El viernes 25 de marzo otro artículo de Cristina del Valle en este blog.

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