09 marzo 2011

Guinda en la noche / 3


El poeta gira y gira buscando el punto de fuga. Mientras tanto, como un derviche civil, permanece con la mano derecha abierta hacia arriba, recibiendo el mensaje de las musas, y la mano izquierda abierta hacia abajo, repartiendo ese mensaje entre los humanos. En el recorrido entre una mano y la otra, el mensaje ha pasdo por su corazón.




La vida son las coces de un camello abandonado a nuestro desenfreno. Las riendas llameantes que gobiernan su trote, galopar o desbocarse. ¿Soy una tromba de almas exaltadas, un planeta alienígena? ¡Un astro me cegó! No tengo otro escenario que la fuga. No sé si avanzo o si regreso. Sé que doy vueltas y vueltas a mí mismo como un carrusel, que me ahogo en el aire y, de girar, girar, voy mareado sin llegar nunca a ningún lugar.




Del libro de Ángel Guinda, EspectralEditorial Olifante. Zaragoza. 2011.



Mañana, a las 23:00 horas, una nueva entrega de Guinda en la noche.


No hay comentarios:

Publicar un comentario