El poeta gira y gira buscando el punto de fuga. Mientras tanto, como un derviche civil, permanece con la mano derecha abierta hacia arriba, recibiendo el mensaje de las musas, y la mano izquierda abierta hacia abajo, repartiendo ese mensaje entre los humanos. En el recorrido entre una mano y la otra, el mensaje ha pasdo por su corazón.
Del libro de Ángel Guinda, Espectral. Editorial Olifante. Zaragoza. 2011.
Mañana, a las 23:00 horas, una nueva entrega de Guinda en la noche.
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