Nadie mueve ficha. En apenas dos meses de curso, los profesores de cuatro comunidades (Madrid, Castilla-La Mancha, Galicia y Navarra) suman ya 10 jornadas de huelga, decenas de concentraciones y paros parciales, y varias manifestaciones multitudinarias. Pero hasta ahora no ha habido ningún acercamiento entre los sindicatos movilizados (varían según las comunidades) y los Gobiernos autónomos.
Estos parecen estar conteniendo el aliento hasta las elecciones del próximo 20 de noviembre, pues una victoria muy clara del Partido Popular (que gobierna en Madrid, Galicia y Castilla-La Mancha) daría aire a esas Administraciones y alejaría un posible acercamiento a las reivindicaciones docentes: básicamente, que den marcha atrás en el recorte de profesorado (12.000 profesores interinos menos en las citadas comunidades y en Cataluña, según cálculos sindicales) y no sigan ahondando en los recortes a la educación pública.
En Madrid, el proyecto de presupuestos se presentó el pasado jueves (los sindicatos aún lo están estudiando), y ese mismo día las centrales madrileñas mandaron una carta a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, reclamando su mediación: "El conflicto se está enquistando y queremos evitar que se cierre en falso", lo que ocasionaría "un grave perjuicio a la educación pública, los alumnos, sus familias y la sociedad madrileña", decía la misiva. Madrid, en el centro de las protestas, ha vivido ya seis huelgas docentes y hay convocadas otras tres los próximos días 3, 17 y 23 de noviembre.
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