18 diciembre 2008

CTS y Deportes / 1


Juegos paralímpicos.


44.000 voluntarios hicieron posible una competencia deportiva que hará historia.

El espíritu olímpico implica la lucha del ser humano por vencer las limitaciones de su propio cuerpo. En el caso de los atletas paralimpicos, su esfuerzo es doble, y digno de admirar y respetar, como los atletas profesionales, intentando batir plusmarcas mundiales.


Historia de los juegos paralímpicos.


En honor a la verdad y siguiendo muchas fuentes de información, todo esto surgió gracias a la idea de un médico inglés, sir Ludwing Guttmann. Este doctor trabajaba en Mandeville, el primer centro a nivel mundial destinado a la rehabilitación de personas con lesiones medulares. Pensó en el deporte como manera de tratamiento de dichas lesiones. Tanto así que creó unos juegos internacionales para incentivar el deporte a los pacientes de dichas lesiones en 1948. En 1952 se incorporaron atletas de los países bajos y ya contaban con 130 atletas, muchos de ellos, ex combatientes de la II Guerra Mundial. En 1960, Antonio Maglio, director del centro de lesionados medulares de Ostia, propuso que los juegos de Mandeville paralímpicos se celebrasen inmediatamente después de terminar los JJ.OO de Roma en la misma sede que los olímpicos. Dicha propuesta fue apoyada por las autoridades italianas y se inauguraron tras los JJ.OO. Se llamaron los juegos para minusvalidos hasta 1984 donde ya recibió el nombre que tiene hoy: juegos paralímpicos. En 1960 el papa Juan XXIII le dijo al sr. Guttmann:

“Usted es el Coubertin de los discapacitados”.



A lo largo de estos años, se han pasado de 400 a 4000 atletas paralímpicos y se han pasado de 8 disciplinas deportivas a muchas más modernas como el fútbol para ciegos o snooker. España ha participado en estos últimos juegos paralímpicos en Pekín quedando la décima con 58 medallas.

Pero aquí viene la parte más importante para que estos juegos puedan desarrollarse, son los voluntarios.


El comité paralímpico internacional (IPC) nació en 1989 con sede en Bonn (Alemania) y es la máxima autoridad de los juegos paralímpicos. Y desde el mismo comité se ha tenido en cuenta la labor esencial de los voluntarios, ya que han permitido el correcto funcionamiento de estos juegos. Su logotipo incorpora tres colores (verde, rojo y azul) los cuales simbolizan la mente, el cuerpo y el espíritu. Los tres trabajan al máximo y unidos, tanto en los deportistas como en los voluntarios. En estos últimos juegos, se ha contado con 44000 voluntarios, llegados desde más de 20 países, que han estado al cargo del correcto funcionamiento del evento y de que los deportistas paralímpicos tuviesen todas sus necesidades cubiertas. Incluso la federación de los juegos paralímpicos hizo pancartas para resaltar su labor y darles un cierto protagonismo. En resumen, los atletas paralímpicos, personas que están mermadas física y/o psicológicamente que jamás se niegan a claudicar.
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(continuará)
Juan Sisto. 2º Bachillerato.

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