31 enero 2009

Banco de imágenes / 2

Fotografía tomada por Eugenia Acedo

Plan Lector 1001 / 7-1

BOLETÍN DE NOVEDADES

ENERO, 2009.




Título: El perfume. Historia de un asesino. (*)


Autor: Patrick Süskind


Nació en Ambach, Alemania, en 1849. Estudió Historia Medieval y Moderna en la Universidad de Munich, continuando en Francia (Aix-en-Provenze). Fue guionista de televisión, y colaboró en varios periódicos. Desde 1974 se dedicó en exclusiva a la literatura.Cultivó el ensayo, el teatro y la novela especialmente. Su narrativa puede calificarse como de ficción histórica con una narración concisa y fría. Sus personajes suelen ser seres atribulados por la opresión la obsesión y el aislamiento, y siempre en busca de respuestas a todo ello. Sus novelas han tenido gran éxito y premios, algunos de los cuales han sido rechazados por el autor.


Sinopsis:

Quizá los olores evoquen el privilegio de la invisibilidad. Antes del tacto, sucede el olor, como mensajero de una esencia que sabe desaparecer en el aire y ser agente de un gran poder. La seducción que despliega el olor es implacable: se instala en nosotros y sella su poderío en los tejidos de la memoria. Jean-Baptiste Grenouille tiene su marca de nacimiento: no despide ningún olor y por ello hace temer la presencia de algún demonio. Al mismo tiempo posee un don excepcional: un olfato prodigioso que le permite percibir todos los olores del mundo. Desde la miseria en que nace, abandonado al cuidado de unos monjes, Jean-Baptiste Grenouille lucha contra su condición y escala posiciones sociales convirtiéndose en un afamado perfumista. Crea perfumes capaces de hacerle pasar inadvertido o inspirar simpatía, amor, compasión... Para obtener estas fórmulas magistrales debe asesinar a jóvenes muchachas vírgenes, obtener sus fluidos corporales y licuar sus olores íntimos. Su arte se convierte en una suprema e inquietante prestidigitacion. Patrick Süskind, convertido en maestro del naturalismo irónico, nos transmite una visión ácida y desengañada del hombre en un libro repleto de sabiduría olfativa, imaginación y enorme amenidad. Su persuasión iguala la de su personaje y nos propone una inmersión literaria en el arco iris natural de los olores y en los turbadores abismos del espíritu humano.


Los libros con el asterisco verde están incluidos en la Biblioteca Básica. Su lectura tiene un premio especial.
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30 enero 2009

Paz. No a las guerras


Te invito, casi te pido, que visites el post de hoy de Falsirego en su blog. Huele a humanidad, el olor más importante.

Plan Lector 1001 / 6-1

REVISTA de NOVEDADES

ENERO, 2009




Título: El señor Ibrahim y las flores del Corán. (*)


Autor: Eric-Emmanuel Schmitt



Dramaturgo y novelista francés nacido en Lyon en 1960, Eric-Emmanuel Schmitt es uno de los escritores más exitosos en lengua francesa. Se formó como filósofo y, tras unos años dedicado a la docencia, comenzó a escribir. En su obra encuentran un lugar las religiones y la historia; de hecho, construye poderosas ficciones con elementos de lo más heterogéneo

Sinopsis:

Durante el comienzo de los años 60, París, como gran parte de Europa, era una explosión de vida. Con este transfondo, en vecindario de clase obrera, se conocen un joven judío, Momo, y un viejo musulmán, Ibrahim. Momo es un huérfano cuyos únicos amigos son las prostitutas de la calle, que lo tratan con verdadero afecto. Momo compra los comestibles en la tienda del señor Ibrahim, un silencioso y exótico hombre que ve y sabe más de lo que revela. Ibrahim se convierte en el mejor amigo del joven y juntos comienzan un viaje que cambiará sus vidas para siempre.
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Los libros con el asterisco verde están incluidos en la Biblioteca Básica. Su lectura tiene un premio especial.
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29 enero 2009

Plan Lector 1001 / 3-1

REVISTA de NOVEDADES


ENERO, 2009




Título: El niño con el pijama de rayas.

Autor: John Boyne


Escritor irlandés nacido en Dublín en 1971. John Boyne estudió literatura en el Trinity College, Dublín, y en la Universidad de East Anglia, en Norwich. Tras seis novelas publicadas, ha alcanzado un contundente éxito que le ha permitido dedicarse a la literatura a tiempo completo. Su obra oscila entre varios géneros; escribe tanto para adultos, como para un público más joven (como, por ejemplo, El niño con el pijama de rayas), y conserva, en todo caso, un estilo accesible y dinámico, y cierto gusto por la ambientación histórica que acerca al autor a la novela de género.

Sinopsis:

No se trata, ni mucho menos de una novedad, pero si que es el primer libro que Boyne escribe para niños. La obra cuenta la historia de un chico de nueve años, hijo de un comandante nazi del campo de concentración de Auschwitz en plena Segunda Guerra Mundial.

Bruno, con nueve años descubrirá el horror de la guerra pese al continuo esfuerzo de su padre porque no se interese acerca de lo que ocurre fuera de la casa. Al fin y al cabo, pasa todos sus ratos libres sin amigos. El hecho de vivir en una casa de tres plantas le parece aburrido, ya que estaba acostumbrado a habitar una vieja mansión de cinco plantas por la que podía explorar libremente (el juego favorito de Bruno).


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Banco de imágenes / 1


Fotografía tomada por Eugenia Acedo

28 enero 2009

NO A LAS GUERRAS / El Congo / y 7


IV - LOS POETAS. Y sin embargo, pese a ese entorno, conocí a muchos congoleños que, sin dejarse abatir por circunstancias tan adversas, resistían el horror, como el doctor Tharcisse, en Minova. Placide Clement Mananga, en Boma, que recoge y guarda todos los papeles y documentos viejos que encuentra para que la amnesia histórica no se apodere de su ciudad natal (él sabe que el olvido puede ser una forma de barbarie). O Émile Zola, el director del Museo de Kinshasa, combatiendo contra las termitas para que no devoren el patrimonio etnológico allí reunido. A esta estirpe de congoleños valerosos, que luchan por un Congo civilizado y moderno, pertenecen los Poétes du Renouveau (Poetas de la Renovación), de Lwemba, un distrito popular de Kinshasa. Son cerca de una treintena, una mujer entre ellos, y aunque todos escriben poesía, algunos son también dramaturgos, cuentistas y periodistas.

Además del francés, la colonización belga dejó asimismo a los congoleses la religión católica. En el país hay también protestantes -vi iglesias evangélicas de todas las denominaciones-, musulmanes -en la región oriental- y varias religiones autóctonas, la mayor de las cuales es el kimbanguismo, así llamada por su fundador, Simon Kimbangu, enraizada sobre todo en el Bajo Congo. Pero, pese a la hostilidad que desencadenó contra ella el dictador Mobutu, a quien hizo oposición, la católica parece, de lejos, la más extendida e influyente. Iglesias y centros católicos son los focos principales de la vida cultural del país.

Los Poétes du Renouveau se reúnen en la iglesia de San Agustín, donde tienen una pequeña biblioteca, una imprenta y una amplia sala para recitales y charlas. Publican desde hace algunos años unas ediciones populares de poesía que venden a precio de coste y a veces regalan. Empeñados en que la poesía llegue a todo el mundo, se desplazan a menudo a dar recitales y conferencias literarias por toda la región. Asisto a un interesante encuentro, de varias horas, en el que discuten temas literarios y políticos. El francés que escriben y hablan los congoleños es cálido, cadencioso, demorado y, a ratos, tropical. Haciendo de diablo predicador, provoco una discusión sobre la colonización belga: ¿qué de bueno y de malo dejó? Para mi sorpresa, en lugar de la cerrada (y merecida) condena que esperaba oír, todos los que hablan, menos uno, aunque sin olvidar las terribles crueldades, la explotación y el saqueo de las riquezas, la discriminación y los prejuicios de que fueron víctimas los nativos, hacen análisis moderados, situando todo lo negativo en un contexto de época que, si no excusa los crímenes y excesos, los explica. Uno de ellos afirma: "El colonialismo es una etapa histórica por la que han pasado casi todos los países del mundo". Lo refuta otro, que lanza una durísima requisitoria contra lo ocurrido en el Congo durante el casi siglo y medio de dominio belga. Le responde un joven que se presenta como "teólogo y poeta" con una única pregunta: "¿Y qué hemos hecho nosotros, los congoleños, con nuestro país desde que en 1960 nos independizamos de los belgas?".
Texto elaborado por Mario Vargas Llosa y publicado en El País Semanal, en
colaboración con Médicos Sin Fronteras, el 11 de enero de 2009. Lo reproducimos
aquí con fines exclusivamente educativos.

27 enero 2009

Plan Lector 1001 / 13

Título: Crepúsculo

Autora: Stephenie Meyer.



Escritora estadounidense nacida el 24 de diciembre de 1973 en Connecticut, aunque creció en Phoenix. Licenciada en Literatura Inglesa por la Universidad Brigham Young de Utah, Meyer pertenece a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, corriente religiosa cuyos integrantes son popularmente conocidos como mormones.

Meyer se ha convertido en una de las escritoras más vendidas de principios del siglo XXI en todo el mundo gracias a una serie de novelas que se inició en 2005 con Crepúsculo, a la que seguirían Luna Nueva (2006), Eclipse (2007) y Amanecer (2008). La serie de Crepúsculo, cuya primera obra fue llevada exitosamente al cine en 2008, ha catapultado a Meyer como una superventas en todos los países en donde ha sido publicada; su obra ha sido traducida a más de veinte idiomas. Los libros, encuadrados dentro de la fantasía romántica, hablan de una historia de amor entre una chica mortal y un vampiro.

Sinopsis:

Cuando Isabella Swan se muda a Forks, una pequeña localidad del es-tado de Washington en la que nunca deja de llover, piensa que es lo más aburrido que le podía haber ocurrido en la vida. Pero su vida da un giro excitante y aterrador una vez que se encuentra con el misterio-so y seductor Edward Cullen. Hasta ese momento, Edward se las ha arreglado para mantener en secreto su identidad vampírica, pero ahora nadie se encuentra a salvo, y sobre todo Isabella, la persona a quien más quiere Edward...

Existe un blog muy interesante sobre este libro, llamado Comunidad Crepúsculo, que puedes ver pinchando aquí.

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26 enero 2009

NO A LAS GUERRAS / El Congo / 6


No es verdad que la comunidad internacional no haya intervenido en el Congo. La Misión de las Naciones Unidas en el Congo (MONUC) es la más importante operación que haya emprendido nunca la organización internacional. La Fuerza de Paz de la ONU en el Congo cuenta con 17.000 soldados, de un abanico de nacionalidades, y unos 1.500 civiles. Sólo en Goma hay militares de Uruguay, India, África del Sur y Malaui. Visité el campamento del batallón uruguayo y conversé con su jefe, el amable coronel Gaspar Barrabino, y varios oficiales de su Estado Mayor. Todos ellos tenían un conocimiento serio de la enrevesada problemática del país. La inoperancia de que son acusados se debe, en realidad, a las limitaciones, a primera vista incomprensibles, que las propias Naciones Unidas han impuesto a su trabajo.

Las milicias de Laurent Nkunda, luego de capturar Rutshuru, comenzaron a avanzar hacia Goma, donde el Ejército congoleño huyó en desbandada. La población de la capital de Kivu Norte, entonces, enfurecida, fue a apedrear los campamentos de la Fuerza de Paz de la ONU (y, de paso, los locales y vehículos de las organizaciones humanitarias), acusándolos de cruzarse de brazos y de dejar inerme a la población civil ante los milicianos.

Pero el coronel Barrabino me explicó que la Fuerza de Paz, creada en 1999, según prescripciones estrictas del Consejo de Seguridad, está en el Congo para vigilar que se cumplan los acuerdos firmados en Lusaka que ponían fin a las hostilidades entre las distintas fuerzas rivales, y con prohibición expresa de intervenir en lo que se consideran luchas internas congoleñas. Esta disposición condena a las fuerzas militares de la ONU a la impotencia, salvo en el caso de ser atacadas. Sería muy distinto si el mandato recibido por la Fuerza de Paz consistiera en asegurar el cumplimiento de aquellos acuerdos utilizando, en caso extremo, la propia fuerza contra quienes los incumplen. Pero, por razones no del todo incomprensibles, el Consejo de Seguridad ha optado por esta bizantina fórmula, una manera diplomática de no tomar partido en semejante conflicto, un galimatías, en efecto, en el que es difícil, por decir lo menos, establecer claramente a quién asiste la justicia y la razón y a quién no. No tengo la menor simpatía por el rebelde Laurent Nkunda, y probablemente es falso que la razón de ser de su rebeldía sea sólo la defensa de los tutsis congoleños, para quienes los hutus ruandeses, armados y asociados con el Gobierno, constituyen una amenaza potencial. Pero ¿representan las Fuerzas Armadas del presidente Kabila una alternativa más respetable? La gente común y corriente les tiene tanto o más miedo que a las bandas de milicianos y rebeldes, porque los soldados del Gobierno los atracan, violan, secuestran y matan, al igual que las facciones rebeldes y los invasores extranjeros. Tomar partido por cualquiera de estos adversarios es privilegiar una injusticia sobre otra. Y lo mismo se podría decir de casi todas las oposiciones, rivalidades y banderías por las que se entrematan los congoleños. Es difícil, cuando uno visita el Congo, no recordar la tremenda exclamación de Kurz, el personaje de Conrad, en El corazón de las tinieblas: "¡Ah, el horror! ¡El horror!"
(continuará)

Texto elaborado por Mario Vargas Llosa y publicado en El País Semanal, en
colaboración con Médicos Sin Fronteras, el 11 de enero de 2009. Lo reproducimos
aquí con fines exclusivamente educativos.

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25 enero 2009

NO A LAS GUERRAS / El Congo / 5


III - EL GALIMATÍAS CONGOLEÑO.

Y, sin embargo, se trata de un país muy rico, con minas de zinc, de cobre, de plata, de oro, del ahora codiciado coltán, con un enorme potencial agrícola, ganadero y agroindustrial. ¿Qué le hace falta para aprovechar sus incontables recursos? Cosas por ahora muy difíciles de alcanzar: paz, orden, legalidad, instituciones, libertad. Nada de ello existe ni existirá en el Congo por buen tiempo. Las guerras que lo sacuden han dejado hace tiempo de ser ideológicas (si alguna vez lo fueron) y sólo se explican por rivalidades étnicas y codicia de poder de caudillos y jefezuelos regionales o la avidez de los países vecinos (Ruanda, Uganda, Angola, Burundi, Zambia) por apoderarse de un pedazo del pastel minero congoleño. Pero ni siquiera los grupos étnicos constituyen formaciones sólidas, muchos se han dividido y subdividido en facciones, buena parte de las cuales no son más que bandas armadas de forajidos que matan y secuestran para robar.

Muchas minas están ahora en manos de esas bandas, milicias o del propio Ejército del Congo. Los minerales se extraen con trabajo esclavo de prisioneros que no reciben salarios y viven en condiciones inhumanas. Esos minerales vienen a llevárselos traficantes extranjeros, en avionetas y aviones clandestinos. Un funcionario de la ONU que conocí en Goma me aseguró: "Se equivoca si cree que el caos del Congo está en la tierra. Lo que ocurre en el aire es todavía peor". Porque tampoco en las alturas hay ley o reglamento que se respete. Como la mayoría de vuelos son ilegales, el número de accidentes aéreos, el más alto del mundo, es terrorífico: 56 entre julio de 2007 y julio de 2008. Por esa razón ninguna compañía aérea congoleña es admitida en los aeropuertos de Europa.

Como el principal recurso del país, el minero, se lo reparten los traficantes y los militares, el Estado congoleño carece de recursos, y esto generaliza la corrupción. Los funcionarios se valen de toda clase de tráficos para sobrevivir. Militares y policías tienden árboles en los caminos y cobran imaginarios peajes. A Juan Carlos Tomasi, el fotógrafo que nos acompaña, cada vez que saca sus cámaras alguien viene con la mano estirada a cobrarle un fantástico "derecho a la imagen". (Pero él es un experto en estas lides y discute y argumenta sin dejarse chantajear). Para viajar de Kinshasa a Goma debemos, antes de trepar al avión, desfilar por cinco mesas, alineadas una junto a la otra, donde se expenden ¡visas para viajar dentro del país!
(continuará)

Texto elaborado por Mario Vargas Llosa y publicado en El País Semanal, en
colaboración con Médicos Sin Fronteras, el 11 de enero de 2009. Lo reproducimos aquí con fines exclusivamente educativos.

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24 enero 2009

Bicentenario de Edgar Allan Poe

El 19 de enero se conmemoró el bicentenario del nacimiento de un maestro del terror, Edgar Allan Poe. Seguramente has leído o visto alguna película basada en sus relatos. Es creador de un universo de pesadillas y locura en el que se cometen asesinatos y se entierra a los vivos (La caída de la casa Usher, El pozo y el péndulo, El gato negro,…). También supo cautivarnos con otras historias como El escarabajo de oro en la que queremos averiguar el acertijo que se nos propone. Como poeta se le recuerda sobre todo por El cuervo.


Quizá conozcas algo en torno a su breve y amarga vida. No tuvo demasiada suerte: perdió a sus padres cuando era muy pequeño; terminó enfrentado con su familia adoptiva, por lo que fue desheredado; su esposa murió tras una larga enfermedad,…Tuvo graves problemas con el alcohol, soportó penalidades económicas,…Demasiadas desgracias que terminaron el 7 de octubre de 1849.




La causa de su muerte nunca se aclaró. Las especulaciones incluyen alcoholismo, congestión cerebral, abuso de drogas, cólera, fallo cardiaco, suicidio, tuberculosis y hasta hidrofobia (la rabia).

Ha sido un autor que ha inspirado a otros creadores a lo largo del tiempo, desde películas, series televisivas, canciones… hasta cortos de animación. En este enlace tienes alguna muestra, se recrea una de sus narraciones más breves: El corazón delator.



Puedes encontrar en nuestra biblioteca varios ejemplares de la obra de este magnífico escritor, entre ellas está la traducida por el genial Julio Cortázar. ¿Te lo vas a perder?



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23 enero 2009

Plan Lector 1001 / 12

REVISTA DE NOVEDADES
ENERO, 2009

Título: Mercaderes del espacio (*)

Autores: Frederick Pohl y C.M. Kornbluth

Sinopsis:

Mercaderes del espacio podría ser la mejor novela de ciencia ficción... Una utopía donde el sistema económico ha devorado al sistema político, donde las grandes compañías ejercen el poder sin intermediarios, y hasta el fin...,y la sociedad ha sido estratificada rígidamente en productores, ejecutivos y consumidores.... Un mundo en el que reinan los publicistas, de lujo y miseria, aparatos fantásticos y falta de combustible, toda clase de bebidas y gomas de mascar y una extrema escasez de proteínas…
Los libros con el asterisco verde están incluidos en la Biblioteca Básica. Su lectura tiene un premio especial.

Plan Lector 1001 / 11



Título: Un viaje al cosmos en 52 semanas.

Autores: Antxón Alberdi y Silbia López de Lacalle

Sinopsis:

Hoy día existe tanta información en Internet que alguien que busque iniciarse en la astrofísica puede encontrarse perdido. Y ese interés de los ciudadanos por esta fascinante ciencia constituye, desde hace años, un importante desafío. Así, esta serie de artículos busca ofrecer una herramienta básica, completa y rigurosa, que bien pueda establecer las bases de una futura profundización. Por ello hemos tratado de abarcar el mayor número posible de temas, desde el Sistema Solar hasta el origen del Universo, pasando por la vida de las estrellas y la interacción de las galaxias, entre otros, siempre combinando los conceptos fundamentales con pinceladas sobre la investigación astronómica más actual. Todos ellos coordinados por científicos expertos y redactados con un lenguaje ameno y sencillo, acorde a las necesidades de cualquiera que, sin conocimientos previos, busque adentrarse en los secretos del Cosmos.
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22 enero 2009

Plan Lector 1001 / 10

REVISTA DE NOVEDADES
ENERO, 2009




Título: La selva borracha (*)


Autor: Gerald Durrell


Buena parte de la fama y estimación de que goza mundialmente GERALD DURRELL se debe a las amenas y divertidas crónicas que relatan sus frecuentes expediciones a las más diversas partes del globo en busca de especies animales a menudo en peligro de extinción, como «Viaje a Australia, Nueva Zelanda y Malasia» .


Sinopsis:


LA SELVA BORRACHA narra las peripecias del viaje que realizaron el naturalista inglés y su mujer durante seis meses por América del Sur con el objetivo de reunir animales con destino a zoológicos y otras instituciones, aventura que, si bien profesionalmente acabó en un relativo fracaso debido a una serie de circunstancias imprevisibles, fue ocasión suficiente para que sucedieran durante su transcurso los más accidentados e hilarantes episodios.


Los libros con el asterisco verde están incluidos en la Biblioteca Básica. Su lectura tiene un premio especial

Plan Lector 1001 / 9

REVISTA DE NOVEDADES
ENERO, 2009




Título: Los escarabajos vuelan al atardecer (*)


Autora: María Gripe


Es una escritora sueca, nacida en Valxom en 1923. Se la considera una excelente y fecunda novelista, especializada en literatura juvenil y conocida en todo el mundo por la calidad de sus obras. Estudió Filosofía e Historia de las Religiones en Estocolmo. Ha sido galardonada con varios premios literarios, entre ellos, destaca el Premio Andersen, que obtuvo en 1974, considerado como el Nobel de la literatura infantil.

La obra de María Gripe puede leerse por jóvenes y mayores, ya que supera la barrera de la edad y llega a los sentimientos de cualquier persona con sensibilidad y gusto por la lectura. Su capacidad de despertar la imaginación y su estilo ameno hacen que leer sus libros sea un auténtico placer. Entre sus obras destacan títulos como: La hija del espantapájaros, Los hijos del vidriero, El país de más allá, El rey y la cabeza de turco, Los escarabajos vuelan al atardecer, Agnes Cecilia, El túnel de cristal y La sombra sobre el banco de piedra.



Sinopsis:


La quinta Selanderschen, una vieja y en otro tiempo suntuosa mansión convertida ahora en decadente pensión, es el escenario en el que van a moverse los tres protagonistas de esta historia: David y los hermanos Jonás y Annika, cuyo interés por descubrir y reconstruir algunas claves los transforma en personjes casi detectivescos.


Este libro narra una historia dentro de otra: la de un discípulo del científico del siglo XVIII, el sueco Linneo, enviado por su maestro a Egipto, y la historia de su amada Emilie. Esta última es una historia de infelicidad, cuya complicada trama irá desentrañándose con las cavilaciones y conjeturas de los protagonistas. Éstos no son, en un principio, más que los encargados ocasionales de regar las plantas de la mansión durante el periodo estival, pero terminarán siendo los albaceas de un misterioso y trascendental legado. El azar y la abundancia de objetos cargados de simbolismo - una centenaria planta capaz de reaccionar ante circunstancias humanas diversas, una partida de ajedrez aparentemente incompleta, y la extraña presencia de un escarabajo en los momentos más inesperados - imprimen al relato un halo de misterio en el que se mueve la galería de personajes."

Los libros con el asterisco verde están incluidos en la Biblioteca Básica. Su lectura tiene un premio especial.

NO A LAS GUERRAS / El Congo / 4


En el campo de Bulengo, que visito luego del de Hewa Bora, veo las raciones de alimentos, mínimas, que distribuyen a los refugiados. Un voluntario de Unicef me dice, la voz traspasada: "Tal como van las cosas con la crisis, todavía tendremos que disminuirlas". Médicos, enfermeros y ayudantes de las organizaciones humanitarias son gentes jóvenes, idealistas, que hacen un trabajo difícil, en condiciones intolerables, a quienes la magnitud de la tragedia que tratan de aliviar por momentos los abruma. Lo que más los entristece es la indiferencia casi general, en el mundo de donde vienen, el de los países más ricos y poderosos de la Tierra, por la suerte del Congo. Nadie lo dice, pero muchos han llegado, en efecto, en Occidente a la conclusión de que los males del Congo no tienen remedio.

Bulengo fue en 1994 el campamento del Ejército ruandés hutu que invadió el Congo después de perpetrar la matanza de cientos de miles de tutsis en el vecino país. Ahora es el eje de un complejo de 16 campos de desplazados y refugiados que con ayuda de la Unión Europea y de las organizaciones humanitarias da refugio a unas trece mil personas. Éstas pertenecen a diferentes grupos étnicos que conviven aquí sin asperezas. Aunque Bulengo está mucho más asentado y organizado que el de Hewa Bora, la calidad de vida es ínfima. Las chozas y locales, muy precarios, están atestados y por doquier se advierte desnutrición, miseria, suciedad, desánimo. La nota de vida la ponen muchos niños, que juegan, correteándose. Varios de ellos son mutilados. Converso con un chiquillo de unos 10 o 12 años que, pese a tener una sola pierna, salta y brinca con mucha agilidad. Me cuenta que los soldados entraron a su aldea de noche, disparando, y que a él la bala lo alcanzó cuando huía. La herida se le gangrenó por falta de asistencia, y cuando su madre lo llevó a la Asistencia Pública, en Goma, tuvieron que amputársela.

En Bulengo hay 48 familias de pigmeos, que, aparte de las protestas que ya hemos oído en Hewa Bora, aquí se quejan de que la escuela es muy cara: cobran 500 francos congoleños mensuales por alumno. La educación pública es, en teoría, gratuita, pero, como los profesores no reciben salarios, han privatizado la enseñanza, una medida tácitamente aceptada por el Gobierno en todo el país. En muchos lugares son los padres de familia los que mantienen las escuelas -las construyen, las limpian, las protegen y aseguran un salario a los profesores-, pero aquí, en los campos de refugiados, todos son insolventes, de modo que si se ven obligados a pagar por los estudios, sus hijos dejarán de ir a la escuela o ésta se quedará sin maestros.

En el campo hay muchos desertores de las milicias rebeldes. Uno de ellos me cuenta su historia. Fue secuestrado en su pueblo con varios otros jóvenes de su edad cuando los hombres de Laurent Nkunda lo ocuparon. Les dieron instrucción militar, un uniforme y un arma. La disciplina era feroz. Entre los castigos figuraban los latigazos, las mutilaciones de miembros (manos, pies) y, en caso de delación o intento de fuga, la muerte a machetazos. Me confirmó que muchos soldados del Ejército congoleño vendían sus armas a los rebeldes. Se escapó una noche, harto de vivir con tanto miedo, y estuvo una semana en la jungla, alimentándose de yerbas, hasta llegar aquí. En su pueblo, donde era campesino, tenía mujer y cuatro hijos, de los que no ha vuelto a saber nada porque el pueblo ya no existe. Todos los vecinos huyeron o murieron. Le pregunto qué le gustaría hacer en la vida si las cosas mejoraran en el Congo, y me responde, después de cavilar un rato: "No lo sé". No es de extrañar. En Bulango, como en Hewa Bora y en los campos de desplazados de Minova, la actitud más frecuente en quienes están confinados allí, y pasan las horas del día tumbados en la tierra, sin moverse casi por la debilidad o la desesperanza, es la apatía, la pérdida del instinto vital. Ya no esperan nada, vegetan, repitiendo de manera mecánica sus quejas -plásticos, medicinas, agua, escuelas- cuando llegan visitantes, sabiendo muy bien que eso tampoco servirá para nada. Muchísimos de ellos están ya más muertos que vivos y, lo peor, lo saben. Los campos son indispensables, sin duda, pero sólo si funcionan como un tránsito para la reincorporación a la vida activa, con oportunidades y trabajo. Si no, quienes los pueblan están condenados a una existencia atroz, parásita, que los desmoraliza y anula. Y éste es quizás el más terrible espectáculo que ofrece el Congo oriental: el de decenas de miles de hombres y mujeres a los que la violencia y la miseria han reducido poco menos que a la condición de zombies.
(continuará)
Texto elaborado por Mario Vargas Llosa y publicado en El País Semanal, en
colaboración con Médicos Sin Fronteras, el 11 de enero de 2009. Lo reproducimos aquí con fines exclusivamente educativos.

21 enero 2009

Plan Lector 1001 / 8

REVISTA DE NOVEDADES
ENERO, 2009



Título: El hombre que plantaba árboles. (*)

Autor: Jean Giono
(1895 - 1970)


Fue un escritor francés, cuya obra novelesca se desarrolla en gran parte en el ámbito campesino de Privenza. Inspirada por su imaginación y su visión de la Grecia Antigua , describe la condición humana frente a los problemas de la moral y la metafísica, y tiene una relevancia universal: Jean Giono no es sólo el escritor regionalista que se pudiera creer. Autodidacto, fue el amigo de Lucien Jacques, de André Gide y de Jean Guéhenno. Sin embargo se mantuvo al margen de los corrientes de la literatura de su tiempo. En vida fue considerado como uno de los escritores más grandes del siglo XX por autoridades como André Malraux y Henri Peyre.



Sinopsis:


Cada día la Humanidad pierde, sólo por la tala directa, unos dos millones de árboles. Esto viene a significar que cada año desaparece el equivalente a un árbol por cada habitante del planeta.


Ante un panorama tan descorazonador, emociona la lectura de esta sencilla historia que Jean Giono escribió cuando, a mediados del pasado siglo, una editorial norteamericana le pidió que escribiese un relato breve acerca de un personaje real que fuese inolvidable.


Giono escribió entonces “El hombre que plantaba árboles”, texto que donó ‘a todo el mundo’ tras ser rechazado por la editorial que le encargó la historia porque Elzéard Bouffier, el protagonista de la misma, no era un personaje real.


“El hombre que plantaba árboles” narra la historia de un pastor que, con su sola voluntad y esfuerzo, convierte una tierra desierta, abandonada, infértil, en un maravilloso vergel. Pero la moraleja sobre la capacidad humana para, con tesón, alcanzar cualquier objetivo que se plantee, no me conmueve tanto como la historia en sí.El narrador nos cuenta como en 1913, en una excursión por la Provenza atravesó una zona árida en la que nada crecía y en la que era imposible encontrar agua. Pueblos abandonados mostraban que en la zona una vez vivieron hombres, pero de ellos ya sólo quedaban las ruinas de sus casas. En medio de esa desolación, el narrador encuentra un pastor con el que pasa un par de días mientras le explica su principal ocupación: plantar árboles.




Los libros con el asterisco verde están incluidos en la Biblioteca Básica. Su lectura tiene un premio especial.
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Declaración Universal de Derechos Humanos / y 30



30. Nada en esta declaración podrá interpretarse en el sentido de que confiere derecho alguno al Estado, a un grupo o a una persona, para emprender y desarrollar actividades o realizar actos tendientes a la
supresión de cualquiera de los derechos y libertades proclamados en esta declaración.



Han pasado 60 años desde la proclamación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Basta salir un momento a la calle para comprobar que sus postulados están más presentes en los difusos dominios de la teoría que en la crudeza de la práctica.
Texto tomado de El País Semanal, 7 XII 2008.
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20 enero 2009

Plan Lector 1001 / 5

REVISTA de NOVEDADES
ENERO, 2009





Título: Identidades asesinas.

Autor: Amin Maalouf

Sinopsis:

Denuncia apasionada de la locura que incita a los hombres a matarse entre sí en el nombre de una etnia, lengua o religión, IDENTIDADES ASESINAS es, a la vez, una tentativa de comprender por qué en la historia de la humanidad la afirmación del uno ha significado siempre la negación del otro.

Desde su condición de hombre situado entre Oriente y Occidente que gravita sobre toda su obra, cuando se le pregunta a Amin Maalouf si se siente más libanés o más francés, responde que por igual: «Lo que me hace ser yo mismo y no otro ­escribe­- es que estoy a caballo entre dos países, entre dos o tres lenguas, entre varias tradiciones culturales. Ésa es mi identidad».


Los libros con el asterisco verde están incluidos en la Biblioteca Básica. Su lectura tiene un premio especial.
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NO A LAS GUERRAS / El Congo / 3


II - LOS PIGMEOS. Debo a los pigmeos de Kivu Norte haberme librado de caer en manos de las milicias rebeldes tutsis del general Laurent Nkunda la noche del 25 de octubre de 2008. Yo había llegado el día anterior a Goma, la capital de Kivu Norte, y mis amigos de Médicos Sin Fronteras, gracias a los cuales he podido hacer este viaje, me habían organizado un viaje a Rutshuru (a tres o cuatro horas de esta ciudad) para visitar un hospital construido y administrado por MSF, que presta servicios a una gran concentración de desplazados y víctimas de toda la zona. La víspera de la partida, mi hijo Gonzalo, que trabaja en el ACNUR, me telefoneó desde Nueva York para decirme que sus colegas en el Congo me tenían prevista, para la mañana siguiente, una visita a un campo de pigmeos desplazados en las afueras de Goma. Aplacé un día el viaje a Rutshuru y, por culpa del general Nkunda, que ocupó aquella noche ese lugar, ya no pude hacerlo.

Los pigmeos, pese a ser la más antigua etnia congoleña, son los parientes pobres de todas las demás, discriminados y maltratados por unas y por otras. Fieles al prejuicio tradicional contra el otro, el que es distinto, leyendas y habladurías malevolentes les atribuyen vicios, crueldades, perversiones, como a los gitanos en tantos países de Europa. Por eso, en una sociedad sin ley, corroída por la violencia, las luchas cainitas, las invasiones, la corrupción y las matanzas, los pigmeos son las víctimas de las víctimas, los que más sufren. Basta echarles una mirada para saberlo.

El campo de Hewa Bora (Aire Bello), a una decena de kilómetros de Goma, acaba de formarse. Está en un suelo pedregoso y volcánico, de tierra negra, y parece increíble que en lugar tan inhóspito las 675 personas que han llegado hasta aquí, hace un par de meses, desde Mushaki, huyendo de las milicias de Laurent Nkunda, hayan podido hacer algunos cultivos, de mandioca y arvejas. Nos reciben cantando y bailando a manera de bienvenida: pequeñitos, enclenques, arrugados, cubiertos de harapos, muchos de ellos descalzos, con niños que son puro ojos y huesos y las grandes barrigas que producen los parásitos. Su baile y su canto, tan tristes como sus caras, recuerdan las canciones de los Andes con que se despide a los muertos. Aunque con cierta dificultad, varios de los dirigentes hablan francés. (Es una de las pocas consecuencias positivas de la colonización: una lengua general que permite comunicarse a la gran mayoría de los congoleses, en un país donde los idiomas y dialectos regionales se cuentan por decenas).

Escaparon de Mushaki cuando las milicias rebeldes atacaron la aldea matando a varios vecinos. Piden plásticos, pues las chozas que han levantado -con varillas flexibles de bambú, atadas con lianas, de un metro de altura más o menos, sobre el suelo desnudo y con techos de hojas- se inundan con las lluvias, que acaban de comenzar. Piden medicinas, piden una escuela, piden comida, piden trabajo, piden seguridad, piden -sobre todo- agua. El agua es muy cara, no tienen dinero para pagar lo que cuestan los bidones de los aguateros. Es una queja que oiré sin cesar en todos los campos de refugiados del Congo en que pongo los pies: no hay agua, cuesta una fortuna, ríos y lagos están contaminados y los que beben en ellos se enferman. Las personas que me acompañan, del ACNUR y de Médicos Sin Fronteras, toman notas, piden precisiones, hacen cálculos. Después, conversando con ellos, comprobaré la sensación de impotencia que a veces los embarga. ¿Cómo hacer frente a las necesidades elementales de esta muchedumbre de víctimas? ¿Cuántos más morirán de inanición? La crisis financiera que sacude el planeta ha encogido todavía más los magros recursos con que cuentan.
(continuará)


Texto elaborado por Mario Vargas Llosa y publicado en El País Semanal, en
colaboración con Médicos Sin Fronteras, el 11 de enero de 2009. Lo reproducimos aquí con fines exclusivamente educativos.

19 enero 2009

Plan Lector 1001 / 4

REVISTA de NOVEDADES
ENERO, 2009



Título: Rebeldes

Autora: Susan Hinton

Sinopsis:

Las peleas callejeras entre bandas rivales desencadenan tal violencia, que muchas veces terminan en forma trágica.

Los conflictos familiares, la marginación, la ausencia de futuro... llevan a algunos jóvenes a buscar en la calle y en el grupo lo que no encuentran en casa. Pero siempre queda un destello de esperanza.

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Declaración Universal de Derechos Humanos / 29


29. Toda persona tiene deberes respecto a la comunidad, puesto que sólo en ella puede desarrollar libre y plenamente su personalidad. (...)

En los últimos 30 años, se han destruido 700.000 kilómetros cuadrados de selva amazónica por el comercio de maderas preciosas, la agricultura y la explotación ganadera. La deforestación mina las condiciones de vida de alrededor de 20 millones de personas y la mayor biodiversidad del planeta; sus seis millones de kilómetros cuadrados de extensión, repartidos entre nueve países latinoamericanos, ostentan el 23% de toda el agua potable del mundo y constituyen su mayor selva virgen. Por cada kilómetro cuadrado destruido a causa de la deforestación, se producen 22.000 toneladas de CO2.
Texto tomado de El País Semanal, 7 XII 2008.
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18 enero 2009

Plan Lector 1001 / 2

REVISTA de NOVEDADES
ENERO, 2009



Título: La aventura de Saíd. (*)

Autor: Josep Lorman

Nació en Barcelona, en 1948. Es geógrafo de formación, aunque ha trabajado principalmente en el campo audiovisual como guionista y técnico cinematográfico. Sensible a los problemas que afectan a la sociedad actual, en sus obras aborda cuestiones ecológicas referidas a derechos humanos.

Sinopsis:

Saíd, un joven marroquí, decide dejar su pueblo, su familia, sus amigos y a Jamila, para lanzarse a la aventura de abrirse camino en Barcelona. Sin embargo, no pasa mucho tiempo antes de comprobar que el odio y la violencia son moneda corriente en la vida.

La aventura de Saíd es una novela realista sobre la xenofobia, donde se hace un repaso concretamente a los problemas generados en la ciudad de Barcelona por los grupos de skin.

Los libros con el asterisco verde están incluidos en la Biblioteca Básica. Su lectura tiene un premio especial.

Plan Lector 1001 / 1

REVISTA de NOVEDADES
ENERO , 2009


Título: Cruzada en Jeans (*)

Autora: Thea Beckman.

Nació en Rótterdam. Doctora en Psicología, persentó una tesis que indicaría sus futuras preferencias como escritora: «¿Influyen los libros en los niños?». Ha escrito diez novelas históricas. Ha organizado muchos cursillos para promoción de la lectura, algunos de ellos para escritores.

Sinopsis.

Cuenta la historia que, en el año 1212, millares de niños cristianos, siguiendo el llamamiento de un muchacho, organizaron una Cruzada y se encaminaron a Tierra Santa para librar Jerusalén del poder de los sarracenos. Por un azar imprevisto, Rudolf Heftling, un muchacho del siglo XX, atraviesa un túnel del tiempo y se ve forzado a unirse a la Cruzada infantil.

Rudolf contempla con ojos atónitos el mundo medieval y observa asombrado las virtudes y los defectos del espíritu caballeresco. Comparte las aventuras y las penalidades de los jóvenes cruzados y, con sus conocimientos de hombre del siglo XX, los ayuda a sortear mil peligros, a resolver difíciles problemas y a no caer en las asechanzas de quienes quieren abusar de su buena fe.

Los libros con un asterisco verde están incluidos en la Biblioteca Básica. Su lectura tiene un premio especial.
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NO A LAS GUERRAS / El Congo / 2



Es un hombre todavía joven, de familia humilde, que se costeó sus estudios de medicina trabajando como ayudante de un pesquero y en una oficina comercial en Kitangani. Lleva dos años sin ver a su familia, que está a miles de kilómetros, en Kinshasa. El hospital, de 50 camas y 8 enfermeras, moderno y bien equipado, recibe medicinas de Médicos Sin Fronteras, la Cruz Roja y otras organizaciones humanitarias, pero es insuficiente para la abrumadora demanda que tiene al doctor Tharcisse y a sus ayudantes trabajando 12 y hasta 14 horas diarias, 7 días por semana. Fue construido por Cáritas. La Iglesia católica y el Gobierno llegaron a un acuerdo para que formara parte de la Sanidad Pública. No se aceptan polígamos, ni homosexuales, ni se practican abortos. El salario del doctor Tharcisse es de 400 dólares al mes, lo que gana un médico adscrito a la Sanidad Pública. Pero como el Gobierno carece de medios para pagar a sus médicos, la medicina pública se ha discretamente privatizado en el Congo, y los hospitales, consultorios y centros de salud públicos en verdad no lo son, y sus doctores, enfermeros y administradores cobran a los pacientes. De este modo violan la ley, pero si no lo hicieran, se morirían de hambre. Lo mismo ocurre con los profesores, los funcionarios, los policías, los soldados, y, en general, con todos aquellos que dependen del Presupuesto Nacional, una entelequia que existe en la teoría, no en el mundo real.

Cuando el doctor Tharcisse se repone me explica que, después de las violaciones, la malaria es la causa principal de la mortandad. Muchos desplazados vienen de la altura, donde no hay mosquitos. Cuando bajan a estas tierras, sus organismos, que no han generado anticuerpos, son víctimas de las picaduras, y las fiebres palúdicas los diezman. También el cólera, la fiebre amarilla, las infecciones. "Son organismos débiles, desnutridos, sin defensas". Vivir día y noche en el corazón del horror no ha resecado el corazón de este congoleño. Es sensible, generoso y sufre con el piélago de desesperación que lo rodea. Desde la pequeña explanada de las afueras del hospital divisamos el horizonte de chozas donde se apiñan decenas de miles de refugiados condenados a una muerte lenta. "La medicina que todo el Congo necesita tomar es la tolerancia", murmura. Me estira la mano. No puede perder más tiempo. La lucha contra la barbarie no le da tregua.

(continuará)


Texto elaborado por Mario Vargas Llosa y publicado en El País Semanal, en colaboración con Médicos Sin Fronteras, el 11 de enero de 2009. Lo reproducimos aquí con fines exclusivamente educativos.

17 enero 2009

Entrevista a Ángel Guinda


David Francisco, auntiguo alumno del Instituto, tiene un espléndido blog con el cine como motivo principal. Se titula Panda de Tolos. Además de textos y comentarios, David publica los cortos que él mismo rueda y otros relacionados con su gran pasión, el cine.


El último que ha aparecido en su blog es una entrevista que Ángel Guinda, antiguo profesor del Instituto, se hace a sí mismo. La puedes ver pinchando aquí.


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Declaración Universal de Derechos Humanos / 28


28. Toda persona tiene derecho a que se establezca un orden social e internacional en el que los derechos y libertades proclamados en esta declaración se hagan plenamente efectivos.

El campo de refugiados de Djabal, en Chad, ha acogido durante los últimos años a 14.000 refugiados a causa de la violencia en el polvorín sudanés de Darfur, agonizante desde 2003, con un saldo devastador de 300.000 muertos y 2,5 millones de refugiados. Los últimos en incorporarse a este asentamiento este año han sido alrededor de 10.000 desplazados internos del este de Chad, uno de los países más pobres del mundo, que llegaron huyendo de los ataques de la milicias rebeldes sudanesas yanyauid.
Texto tomado de El País Semanal, 7 XII 2008
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16 enero 2009

NO A LAS GUERRAS / El Congo / 1


Iniciamos hoy aquí una serie de posts, que esperamos que sea larga, en donde vamos a reproducir los reportajes que van a ir apareciendo en EL PAÍS SEMANAL sobre las distintas guerras que hay actualmente en el mundo.

Consideramos que, aunque son relatos duros y a veces crueles, debes tener conocimiento de los mismos, simplemente porque son reales y porque deben ayudarte a que te formes una visión certera y no falsa de la realidad.

El primero de estos reportajes está realizado por Mario Vargas Llosa, apareció el domingo 11 de enero de 2009 y trata de lo que está ocurriendo en la actualidad en el Congo.


Mario Vargas Llosa visita el Congo, un rico país sumido en la miseria de la guerra y el terror. Hambre, violaciones, asesinatos y corrupción sacuden esta tierra sin ley. Médicos Sin Fronteras y 'El País Semanal' inician con éste una serie de viajes de diferentes escritores para rescatar del olvido a las víctimas de la violencia en el mundo.

I - EL MÉDICO. "El problema número uno del Congo son las violaciones", dice el doctor Tharcisse. "Matan a más mujeres que el cólera, la fiebre amarilla y la malaria. Cada bando, facción, grupo rebelde, incluido el Ejército, donde encuentra una mujer procedente del enemigo, la viola. Mejor dicho, la violan. Dos, cinco, diez, los que sean. Aquí, el sexo no tiene nada que ver con el placer, sólo con el odio. Es una manera de humillar y desmoralizar al adversario. Aunque hay a veces violaciones de niños, el 99% de las víctimas de abuso sexual son mujeres. A los niños prefieren raptarlos para enseñarles a matar. Hay muchos miles de niños soldado por todo el Congo".

Estamos en el hospital de Minova, una aldea en la orilla occidental del lago Kivu, un rincón de gran belleza natural -había nenúfares de flores malvas en la playita en la que desembarcamos- y de indescriptibles horrores humanos. Según el doctor Tharcisse, director del centro, el terror que las violaciones han inoculado en las mujeres explica los desplazamientos frenéticos de poblaciones en todo el Congo oriental. "Apenas oyen un tiro o ven hombres armados salen despavoridas, con sus niños a cuestas, abandonando casas, animales, sembríos". El doctor es experto en el tema, Minova está cercada por campos que albergan decenas de miles de refugiados. "Las violaciones son todavía peor de lo que la palabra sugiere", dice bajando la voz. "A este consultorio llegan a diario mujeres, niñas, violadas con bastones, ramas, cuchillos, bayonetas. El terror colectivo es perfectamente explicable".

Ejemplos recientes. El más notable, una mujer de 87 años, violada por 10 hombres. Ha sobrevivido. Otra, de 69, estuprada por tres militares, tenía en la vagina un pedazo de sable. Lleva dos meses a su cuidado y sus heridas aún no cicatrizan. Casi se le va la voz cuando me cuenta de una chiquilla de 15 años a la que cinco "interahamwe" (milicia hutu que perpetró el genocidio de tutsis en Ruanda, en 1994, y luego huyó al Congo, donde ahora apoya al Ejército del Gobierno del presidente Kabila) raptaron y tuvieron en el bosque cinco meses, de mujer y esclava. Cuando la vieron embarazada la echaron. Ella volvió donde su familia, que la echó también porque no quería que naciera en la casa un "enemigo". Desde entonces vive en un refugio de mujeres y ha rechazado la propuesta de un pariente de matar a su futuro hijo para que así la familia pueda recibirla. La letanía de historias del doctor Tharcisse me produce un vértigo cuando me refiere el caso de una madre y sus dos hijas violadas hace pocos días en la misma aldea por un puñado de milicianos. La niña mayor, de 10 años, murió. La menor, de 5, ha sobrevivido, pero tiene las caderas aplastadas por el peso de sus violadores. El doctor Tharcisse rompe en llanto.

Tomado de El País Semanal del 11 de enero de 2009 y reproducido aquí con fines educativos.
(Continuará)

15 enero 2009

Declaración Universal de Derechos Humanos / 27


27. 1. Toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en la vida cultural de la comunidad. (...)

2. Toda persona tiene derecho a la protección de los intereses morales y materiales que le correspondan por razón de las producciones científicas, literarias o artísticas de que sea autora.

El II Foro Iberoamericano de la Propiedad Intelectual ha puesto de manifiesto este año que hasta 300.000 empleos del ámbito cultural podrían perderse como consecuencia de la piratería. La Federación para la Protección de la Propiedad Intelectual calcula las pérdidas que provoca la piratería en la industria audiovisual y de videojuegos española en 1.100 millones de euros en 2007 y un 20% menos de espectadores en los cines.
Texto tomado de El País Semanal, 7 XII 2008
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14 enero 2009

Coches eléctricos ¿ya?


Se está celebrando en Detroit la Feria Internacional del Automóvil. En ella las grandes marcas del mercado están presentando sus últimos prototipos de cara al futuro inmediato. La gran novedad es la fuerza con la que está emergiendo el coche eléctrico.

La marca más optimista en este campo es Chrysler, que espera vender en 2013 unos 100.000 coches eléctricos, pero la estrella de la Feria está siendo el prototipo de Chevrolet Volt, un híbrido alimentado simultáneamente por una batería eléctrica y por un motor de gasolina, que podría recorrer unos 64 kilómetros al día. Cuando se agotaran estas reservas, un generador alimentado por gasolina recargaría la batería.

El mayor desafío con el que se enfrenta el coche eléctrico es, de hecho, el de la duración de la carga de sus baterías. En el caso de los híbridos ronda los 60 kilómetros, lo que podría satisfacer las necesidades de los ciudadanos en su vida diaria, pero no sería suficiente, sin embargo, para largos trayectos. Ello está llevando a desarrollar proyectos para resolver el problema de la recarga de las baterías de fosfato de litio-hierro que usan. Se espera que el precio de consumo de un coche baje desde los 78 centavos de dólar que cuesta el de gasolina, hasta los 32 que se espera que cueste el eléctrico.

Más información aquí.
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13 enero 2009

Los TOP de 2008


Por estas fechas los distintos medios suelen hacer balance de lo mejor que ha ocurrido en el año pasado. Hay un blog, que se titula H2blOg. Proyecto líquido, que ha recopilado las listas relacionadas, por ejemplo, con los inventos tecnológicos más importantes o con las mejores y las peores películas de ficción de 2008.

Puedes consultarlo pinchando aquí. Es muy interesante.

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Declaración Universal de Derechos Humanos / 26


26. Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gratuita, al menos en lo concerniente a la instrucción elemental y fundamental. La instrucción elemental será obligatoria.

Más de 70 millones de niños en el mundo no están escolarizados, según la ONG Educación Sin Fronteras, y 23 países corren el riesgo de no alcanzar la universalización de la educación en los próximos años. Según los Objetivos del Milenio de la ONU, 56 millones de niños de África y Asia ni siquiera han recibido educación primaria. Naciones Unidas eleva la cifra de menores sin escolarizar a más de 100 millones, cuyas tres quintas partes son niñas; dos tercios de los alrededor de 800 millones de analfabetos del mundo son mujeres.
Texto tomado de El País Semanal, 7 XII 2008
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12 enero 2009

Caligramas otomanos / y 2

Otras muestras de caligramas otomanos son estas:


Más información y más caligramas los puedes encontrar en la página de Araboislámica

Para vivir / 1


Patricia es una chica joven. Hasta hace muy poco ocupaba una mesa en un Instituto, como la que tú ocupas ahora. Desde hace algún tiempo tiene un blog. Se llama FALSIREGO EN-CUENT[R]OS. Puedes pulsar sobre el título, si quieres entrar. Es un blog que habla de la vida, de lo que le preocupa a una persona de hoy que quiera vivir, de lo que merece la pena en la vida. No hace mucho colgó este post que ponemos aquí para que lo disfrutes.



Poesía / Vivir 3

La poesía...

Si lees a menudo este blog, te habrás dado cuenta de esta predilección que tengo por la poesía. Alguna vez he intentado el ejercicio de remontarme a los orígenes, pero de verdad que se me hace difícil. Porque me recuerdo, casi desde siempre, leyendo y defendiendo la poesía. También es cierto que tengo la imagen de un profesor de lengua que nos daba a leer TODOS los días, antes de comenzar las clases, un poema. Recuerdo sobre todo dos poemas que me marcaron profundamente: el "Cántico doloroso al cubo de la basura" de Rafael Morales, por el tema antiestético y antipoético. Yo no podía entender que la basura fuera objeto de cántico lírico. El otro poema que me marcó fue la "Elegía a Ramón Sijé", de Miguel Hernández. Creo que no tengo palabras para describir por qué me marcó tanto este poema. Tengo en el recuerdo una huella que parece hecha con esos dientes que quieren escarbar la tierra en la que descansa el amigo del poeta.

La poesía la empecé a leer porque había que leerla, estaba bien leer poesía y parecía que los profes lo hacían. Con el tiempo me he dado cuenta de que poca gente lee poesía y de que el que lee poesía es un bicho raro. Porque leer, se lee por las historias, y la poesía, a veces es tan conceptual, que uno no sabe decir "de qué trata" tal o cual poema. Precisamente es eso lo que me gusta de la poesía, que a veces es tan sólo un rumor que agita el alma, es el murmullo de unos labios que recitan algo que "suena bien", sin personajes y tramas. Sólo el texto y el lector. El lector con sus circunstancias -a lo Ortega- que transforma el texto como quiere y que lo universaliza en sus manos. También me gusta de la poesía la forma, la belleza. Leo poesía por puro placer estético y fónico.

Y siempre me emociono...

11 enero 2009

Caligramas otomanos / 1

Un caligrama es un tipo de poesía visual. Los calígrafos árabes, mientras escribían, iban creando una figura con las letras y con las palabras, resultando así una especie de imagen en donde los trazos que la definían eran palabras.


El caligrama no es exclusivo de la cultura árabe. El poeta Apollinaire lo practicó mucho durante la I Guerra Mundial. Tenemos aquí un par de ejemplos.












Pero los que lograron creaciones verdaderamente geniales en el arte del caligrama fueron los otomanos. Se ha publicado recientemente un espléndido libro en donde se habla de estos caligramas. Se trata de La Aventura del Cálamo, publicado en la Editorial Edilux por Kosé Miguel Puerta Vílchez.



Para que conozcáis cómo eran los caligramas otomanos, vamos a poner algún ejemplo.

Más información sobre la caligrafía árabe puedes encontrar en esta página .


Declaración Universal de Derechos Humanos / 25



25. Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial, la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios. (...)



Treinta y tres países del mundo, en su mayoría africanos, malviven en una situación "de hambre alarmante", según el Índice global contra el hambre publicado por el Instituto Internacional para la Investigación de Políticas Alimentarias. Esta institución evalúa en 14.000 millones de dólares la inversión adicional necesaria para cumplir los Objetivos del Milenio de reducir el hambre a la mitad en 2015.
Texto tomado de El País Semanal, 7 XII 2008

10 enero 2009

Declaración Universal de Derechos Humanos / 24


24. Toda persona tiene derecho al descanso, al disfrute del tiempo libre, a una limitación razonable de la duración del trabajo y a vacaciones periódicas pagadas. (...)


Más de 12 millones de personas desarrollan su trabajo en condiciones forzosas, bajo amenaza o coacción, incluso en los países más ricos, según la OIT. Los cálculos de esta organización establecen que 8 de cada 10 personas sufren la explotación de entes privados; el 20% de las víctimas de trabajo forzoso se halla bajo la tiranía de Estados (como Myanmar o Corea del Norte) o por grupos militares (como en el caso de conflictos africanos).
Texto tomado de El País Semanal, 7 XII 2008
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CTS y Deportes / y 5



El contrato del dopaje / 2




Ciencia hecha con el fin de hacer trampas






El desarrollo de hábitos saludables en la población se ha convertido así en una necesidad sanitaria de primer orden. El incremento de las restricciones al consumo de tabaco puede entenderse en este sentido. El fomento de las prácticas deportivas, también. Ciertas pautas de comportamiento, hasta no hace mucho socialmente bien vistas, o toleradas como extravagancias graciosas, son hoy repudiadas casi como formas de insolidaridad. El descuido de la propia salud empieza a ser percibido como un rasgo asocial, como un pequeño atentado a la colectividad.




El deporte fomenta la salud. Al menos, así se presenta. Las prácticas deportivas han dejado de ser costumbres juveniles. Ahora se someten a ellas personas incluso muy mayores, con el convencimiento de que les serán muy beneficiosas para su propia salud.




El deporte profesional, por su parte, actúa como espectáculo fascinante en el que se compite por mostrar las proezas físicas que pueden alcanzar los individuos más perfectos y mejor entrenados. La fascinación que el deporte profesional provoca en las masas ha sido y es utilizada para la reconstrucción de los intereses de éstas. El deporte puede servir como sistema ejemplificador de hábitos saludables correctos, como instancia capaz de suscitar entusiasmos grupales políticamente utilizables, como soporte físico para la venta de cualquier producto.




Así, paradójicamente, los deportistas profesionales, sometidos a la presión de fuerzas tan variadas, acaban convirtiéndose en prisioneros de las desorbitadas tensiones que tienen que soportar. El entusiasmo que provocan les convierte en ídolos sociales, puede conducirles a la riqueza, pero supone un nivel de exigencia añadido al del deporte mismo porque aumenta la importancia y la intensidad de la competición.




La farmacología, que ya asiste a los ciudadanos normales, también se preocupa de los deportistas y les proporciona tanto las sustancias que pueden incrementar su rendimiento como las que pueden ocultar la trampa. El problema, en este caso, es que ese uso de los fármacos no procura la salud, sino que la deteriora. El problema es que, además, el deportista, deja de ser modelo y se convierte en villano.




En el dopaje, las dos instancias sancionadoras de lo saludable: la farmacología y el deporte, se alían para alcanzar el éxito pero, al ser descubiertos, muestran la tramoya del decorado en el que se representa nuestro sueño de salud.




El dopaje pone de manifiesto, por un lado, el papel del deporte como construcción social para la creación de modelos de salud y, por otro, la dificultad de controlar los resultados de la industria farmacéutica.




La tecnociencia y la sociedad interactúan en este asunto. La tecnociencia farmacéutica y las tecnologías sociales de la superestructura que rodea al deporte como espectáculo de masas organizado, convergen poniendo en cuestión importantes problemas sobre la compleja organización social que hemos creado para garantizar nuestra salud.




Estas cuestiones, de enorme importancia en la vida de los ciudadanos, normalmente nos son escamoteadas. El siguiente caso pretende ser una herramienta útil para permitir que los estudiantes puedan participar en una controversia tecnocientífica sobre una cuestión socialmente tan relevante.


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09 enero 2009

CTS y Deportes / 4


El contrato del dopaje


Ciencia hecha con el fin de hacer trampas / 1



Un equipo ciclista colombiano recibe una oferta para ser patrocinado por una empresa que produce fármacos que pueden ser utilizados como sustancias dopantes. La empresa, está interesada en asociar su imagen a los valores de lo saludable propios del deporte. Pero el equipo ciclista se debate entre el interés de los corredores que quieren obtener la máxima retribución por su dura actividad y otras consideraciones como las del prestigio del equipo y el país si se acepta el mecenazgo de una empresa que produce sustancias prohibidas para los deportistas. Los usos socialmente aceptados y prohibidos de los fármacos, la posibilidad de encontrar soluciones químicas para el desenmascaramiento del fraude por dopaje en la competición deportiva, el uso que la sociedad hace del deporte como instancia refrendadora o sancionadora de ciertos valores sociales o la responsabilidad de los anunciantes respecto de aquello que apoyan, son algunos de los aspectos que se plantean en una decisión tan compleja como aceptar o no este contrato de patrocinio.

La esperanza y la calidad de vida en los países desarrollados crecieron mucho durante el siglo XX, apoyadas en el auge y extensión de las tecnologías de la salud. La medicina preventiva, las prácticas quirúrgicas y la farmacología son algunas de las ramas de la medicina en las que se apoyó este crecimiento. La mejoría de las condiciones de salubridad en todos los ámbitos en los que se desenvuelve la vida de los ciudadanos y el incremento de los hábitos saludables de la población han tenido, también, una gran importancia.


Esta mejoría ha sido valorada como una conquista social indiscutible por las sociedades que la han alcanzado y cada grado de su desarrollo se ha asumido como si su existencia fuera sólo un escalón obvio en el camino hacia nuevas innovaciones y mejorías cuyo fin se desconoce.


La parte rica del mundo ha llegado a tener a su disposición un arsenal terapéutico enorme que además crece a un ritmo alto, estimulado por una demanda insaciable. Las aspiraciones a la salud de quienes pueden pagárselo son, de entrada, ilimitadas y, tanto en los sistemas sanitarios socializados, en los que el Estado se hace cargo del gasto, como en los privatizados, en los que el coste recae directamente en el individuo o en la empresa que le contrata, la preocupación por el tamaño de la factura sanitaria se ha convertido en una prioridad.


La industria farmacéutica es percibida por el ciudadano común como una fuente inagotable de productos casi mágicos, una reserva ilimitada de tecnociencia de directa aplicación sobre sus más serios e íntimos problemas. Para quienes tienen que hacerse cargo de la factura, sin embargo, la industria farmacéutica entraña otras características menos favorables porque la elevación de los costes en muchos casos no se acompaña de una mejoría terapéutica demostrable con total independencia, porque parte de sus investigaciones se dirigen al tratamiento de aquellas enfermedades que pueden producir mejores resultados económicos de la mejor manera en que además pueden producirlos: construyendo pacientes supeditados a tratamientos farmacéuticos infinitos, fidelizando clientes involuntarios.


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