09 marzo 2009

Final de José Manuel Candía

Las cosas han continuado así desde entonces y así no puedo seguir. Pero lo extraño es que no me pasa solo a mí, sino a todo el mundo que me rodea. Parece que todo el mundo está loco. Me estoy obsesionando, tardo horas en salir de casa mirando que no se me olvide nada. Hasta más de una vez a mitad de camino, hacia el trabajo, he vuelto a casa a ver si había cerrado la puerta, para que no me pasase lo mismo que la otra vez.

El otro día discutí con mi hermana ya que me dijo que si la hacía el favor de ir a buscar a mi sobrino y se me olvidó. Tuve una gran discusión con mi hermana, pero le pedí perdón varias veces y le conté lo que me estaba pasando.

Un día, de pronto, mi hermana se presentó en mi casa y me dijo que la acompañase. Ella me dijo que me llevaba a un psiquiátrico a que le contase lo que me pasaba. Al contarle todo eso me ingresaron por la fuerza en un manicomio y yo gritando dije: No estoy loca, no estoy loca……….
De pronto me desperté entre sudor, era un sueño.

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